Ahora puedes experimentar tú mismo en las seis terminales interactivas con pantalla táctil. Ponte los auriculares y toca la pantalla. Puedes elegir el idioma entre inglés y alemán.

1.ª  Terminal – Escala de Shepard

La escala Shepard, o escalera de tonos Shepard, introducida en 1964 por el psicólogo Roger Shepard, es la ilusión de una escala infinitamente creciente o decreciente que nunca excede los límites de nuestra propia audición, manteniéndose dentro de nuestros límites auditivo.

Este efecto se logra mediante sonidos con una estructura de tono parcial organizada en octavas bajo una curva de filtro en forma de campana. Esto implica que los tonos parciales son siempre más fuertes en el medio y siempre más débiles en los bordes superior e inferior. Esto significa que la escala parece subir o bajar sin desaparecer completamente por debajo del umbral de audición superior o inferior.

2.ª  Terminal – Audiencia en el útero

El oído es uno de los primeros órganos sensoriales en desarrollarse y empezar a funcionar durante la gestación del humano, incluso antes que el corazón y el cerebro entren en actividad. Entre la semana 20 y 24 del embarazo, un estímulo auditivo desencadena reacciones motoras en el bebé nonato. Se puede asumir que a partir de la semana 28 la audición ya está desarrollada. Los bebés no nacidos perciben señales y sonidos a través de la piel, el aire y los huesos. Ellos escuchan los ruidos del corazón y la voz de la madre, así como sonidos digestivos y el gruñido del estómago. El bebé nonato también nota ruidos externos, y oye sobre todo notas bajas en lugar de altas.

Conversaciones, música y ruidos ambientales son percibidos de manera filtrada. En este filtro predominan los tonos bajos. Las vocales se perciben más como consonantes, por lo que el bebé nonato escucha principalmente la melodía del habla, en lugar de los elementos de percusión del contenido hablado.

3.ª  Terminal – Forma de Onda

Se conoce como forma de onda la representación gráfica de la manera en la cual una onda evoluciona con el tiempo basada en la amplitud de las oscilaciones. Las cuatro formas de onda periódica básica son sinusoidal, cuadrada, triangular y diente de sierra. En la acústica, el término forma de onda se usa para describir la curva envolvente de las oscilaciones acústicas representadas en un oscilograma. Con un filtro, una señal de audio puede cambiar en amplitud y fase dependiendo de la frecuencia. Por ejemplo, con el parámetro de frecuencia de corte/límite, se reducen o suprimen componentes de señal no deseados; dicha frecuencia también se puede reforzar a través del potenciómetro de resonancia.  

Un LFO (oscilador de baja frecuencia/low frequency oscillator), permite modular el parámetro de sonido a un patrón o pulso recurrente de manera rítmica y permanente (según la forma de onda preseleccionada). Un LFO asegura movimiento en el sonido, lo hace más vivo y en el pleno sentido de la palabra, más animado, ya que permite que los sonidos “respiren”, “brillen” o “palpiten” (vibren).

4.ª  Terminal – Umbral de audición

El oído humano puede percibir frecuencias entre aproximadamente 16 y 18000 Hz. Cuanto menor sea la frecuencia, menor será el tono, y cuanto mayor sea la frecuencia, mayor será el tono. Sin embargo, los límites de nuestra audición son altamente individuales.

Con el aumento de la edad, nuestra capacidad de audición continúa disminuyendo empezando con las frecuencias altas (estadísticamente, perdemos aproximadamente 1000 Hz cada 10 años). La audición a menudo se ve afectada por el volumen alto de la música, independientemente del género musical. Las altas frecuencias se ven afectadas principalmente, esto es debido a que sus receptores se encuentran al comienzo de la cóclea. Si las finas células sensoriales están dañadas, ciertas señales acústicas ya no se transmiten al cerebro.

5.ª Terminal – Sonido envolvente

Por último, pero no menos importante, la forma en que se reproduce la música está influenciada por la sala y la ubicación en la que se reproduce. La reflexión y absorción del sonido son decisivas para esto. Dependiendo del tamaño y el comportamiento de absorción de las superficies circundantes, las ondas de sonido se reflejan en diferentes grados.

El sonido se propaga en forma esférica de onda y alcanza los límites del espacio que parcialmente lo reflejan y parcialmente lo absorben, es decir, lo arrojan o lo asimilan. La regla general es: las superficies lisas conducen a una fuerte reflexión, mientras que las superficies irregulares o porosas reducen la reflexión, especialmente en sus partes de alta frecuencia. En la acústica de la sala, las ondas de sonido a menudo se comportan como rayos de sonido que, como la luz, se reflejan en el mismo ángulo. Esto permite dirigir el sonido a través del ángulo de reflexión (por ejemplo, al esquivar ecos). La propagación y la reflexión reducen la energía del sonido, la cual se convierte en calor.

La ruta de sonido más corta posible para el oyente se llama “sonido directo”. Poco después, las primeras ondas de sonido reflejadas en paredes y techos llegan al oyente (“primeras reflexiones”). Esto es seguido por un número de diferentes reflexiones que crece rápidamente, cuyas amplitudes disminuyen cada vez más y se perciben como una “reverberación” que decae gradualmente.

6.ª  Terminal –  Los mundos auditivos de diferentes animales

La percepción humana del sonido y la música a veces es muy diferente a la del mundo animal. Podemos adivinar cómo nuestra palabra hablada, canción o música afecta a nuestra contraparte humana. Pero, ¿cómo es la percepción acústica en los animales? ¿Puede una tortuga escuchar cuando le hablas? ¿Qué escucha un pez en el acuario? ¿A un murciélago le gustaría la música de piano de Chopin? ¿La música pop es una tortura para un gato?

En el año 2002, un equipo del Instituto de Investigación en Educación Musical de la Universidad de Música y Teatro dirigido por el profesor Dr. Reinhard Kopiez se dedicó a contestar estas preguntas. Con los métodos de procesamiento de señal digital, se generaron audiogramas de algunas especies animales seleccionadas. La extensa recopilación de datos en Richard R. Fay (1988) “Hearing in vertebrates: A psychophysics databook”, Winnetka, IL: Hill-Fay Associates, sirvió como base de datos. Este libro es probablemente la colección más extensa de audición de vertebrados, y los datos obtenidos de los experimentos de comportamiento indican qué umbrales auditivos tiene un animal en particular, qué resolución tiene su audición direccional, etc.

Pero cómo específicamente, por ejemplo, una sinfonía de Beethoven es escuchada y percibida por una carpa bajo el agua solo se puede adivinar. Por supuesto, no se puede decir con certeza si un animal experimenta el sonido de la misma manera en la que lo experimenta un humano, pero los audiogramas proporcionados por Fay permiten sacar conclusiones sobre el espectro de frecuencia perceptible en los diferentes animales. Kopiez y su equipo querían profundizar en este tema y hacerlo comprensible para las personas.