El término «Segunda Escuela de Viena» describe el efecto y la obra de Arnold Schönberg y sus alumnos Anton Webern y Alban Berg. Para ser exactos, se refiere al periodo comprendido entre 1903 y 1911, cuando Webern, Berg, Egon Wellesz y Heinrich Jalowetz estudiaban con Schönberg. La denominación «Escuela de Viena» se introdujo después de la Segunda Guerra Mundial y, con «Primera Escuela de Viena», se hace referencia a los compositores del siglo XVIII: Wagenseil, Muffat, Monn y Gaßmann, quienes, a diferencia de la Escuela de Mannheim, centraron su actividad en Viena.

Los opositores de Schönberg describieron su estilo compositivo como «música atonal», aunque sería más correcto hablar de música dodecafónica: cada octava se compone de doce semitonos, de los cuales en la música tradicional solo se utilizan ocho en todas las tonalidades, mientras que los cuatro restantes, que el oído percibe como disonancias, solo se emplean con fines muy concretos y en casos excepcionales. En cambio, a partir de 1907 Schönberg otorga el mismo protagonismo a los doce tonos, lo que significa que no se evitan las disonancias. A partir de 1920, Schönberg perfeccionó este nuevo estilo hasta convertirlo en una técnica compositiva estricta: cada pieza musical, incluso óperas enteras, debía basarse en una sola escala dodecafónica, es decir, una sola sucesión de los doce tonos existentes que, según las reglas matemáticas, se amplía hasta 48 combinaciones posibles. En el fichero que cuelga a la derecha frente a la salida de esta sala, Schönberg anotó estas combinaciones para su ópera Moisés y Aarón.

El trabajo del círculo de Schönberg consistía en acabar con el lenguaje tonal del Romanticismo tardío para crear un nuevo comienzo musical. En los ordenadores se puede escuchar música de la Segunda Escuela de Viena, información biográfica sobre Berg, Schönberg y Webern, y (como explicación de la técnica dodecafónica) un análisis del segundo movimiento de la sinfonía op. 21 de Anton Webern.